Encíclica "Spe Salvi" del Papa Benedicto XVI

"El ateísmo de la era moderna ha provocado las mayores crueldades y violaciones de la justicia y el marxismo, en particular, ha dejado tras de sí una destrucción desoladora", sostiene en el texto publicado hoy.

El Vaticano presentó hoy la segunda encíclica de Benedicto XVI, "Spe salvi", en la que el Papa ofrece un horizonte de esperanza a la humanidad, tras una época marcada por las ideologías, el relativismo y el materialismo.

La encíclica (carta solemne que dirige el Papa a los obispos y fieles católicos del mundo), fue firmada hoy por el Pontífice en el Palacio Apostólico y está dividida en ocho partes y consta de 77 páginas.

El texto comienza con el pasaje de la Carta del apóstol San Pablo a los Romanos "en la esperanza fuimos salvados" y afirma que lo que distingue a los cristianos es que saben que su vida "no acaba en el vacío".

"El Evangelio no es sólo una comunicación de cosas que se pueden saber, sino una comunicación que comporta hechos y cambia la vida. La puerta oscura del tiempo, del futuro, ha sido abierta de par en par. Quien tiene esperanza vive de otra manera, una vida nueva", escribe el Obispo de Roma.

En el documento asegura que Jesús no trajo al mundo un mensaje "socio-revolucionario" como el de Espartaco y que tampoco fue "un combatiente por una liberación política" como Barrabás, sino que dio algo mucho mayor: "el encuentro con el Dios vivo, con una esperanza más fuerte que los sufrimientos de la esclavitud y que por ello transforma desde dentro la vida y el mundo".

Las ocho partes del texto son "La fe es esperanza", "El concepto de esperanza basado en la fe del Nuevo Testamento y en la Iglesia primitiva", "La vida eterna", "¿Es individualista la esperanza cristiana?", "La transformación de la fe-esperanza cristiana en el tiempo moderno", "La verdadera fisonomía de la esperanza cristiana", "Lugares de aprendizaje y de ejercicio de la esperanza" y "María estrella de la esperanza".

Los "Lugares de aprendizaje y de ejercicio de la esperanza" los divide en tres: la oración como escuela de la esperanza, el actuar y el sufrir y el Juicio de Dios.

La encíclica la presentó el cardenal Georges Marie Martin Cottier, Teólogo jubilado de la Casa Pontificia, y el jesuita Albert Vanhoye, profesor jubilado de exégesis del Nuevo Testamento en el Pontificio Instituto Bíblico.

Spe Salvi" es la segunda encíclica del Papa, después de "Deus caritas est" (Dios es amor), de 2006.

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